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Ideas “cool” fundamentales para hacer frente a las olas de calor
Por: Asit Biswas y Cecilia Tortajada
Históricamente, la mayoría de las personas en el mundo han vivido en lugares donde las temperaturas medias anuales han estado entre 13 y 25 grados centígrados. Fuera de este rango, las condiciones de vida son demasiado calientes o frías y en dichos lugares también se tienen un menor rendimiento agrícola, un mayor consumo de energía, menor tasa de crecimiento económico, mayores costos de salud y más alta tasa de mortalidad.
Adicionalmente, las temperaturas por encima del rango mencionado contribuyen a problemas de aprendizaje, disminución del rendimiento cognitivo, incremento en enfermedades infecciosas, menor productividad laboral, resultados adversos del embarazo y, también, conflictos sociales.
Desafortunadamente, en los años recientes, el calentamiento global provocado por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero ha estado cambiando el clima. La Tierra se está calentando progresivamente. Las ciudades y regiones, desde Shanghái hasta Siberia, son testigos de temperaturas máximas récord.
Definición de ola de calor
De acuerdo con la World Weather Attribution, una coalición internacional de científicos líderes respecto al clima, las olas de calor que asolaron ciertas partes de Asia a principios de este año, especialmente en Bangladesh, India, Laos y Tailandia, probablemente se debieron al cambio climático inducido por el hombre. Las temperaturas son, al menos, 2 °C más altas de lo que habrían sido sin el cambio climático.
Durante los últimos 50 años, las temperaturas han aumentado 0.2 °C cada década, con una tasa acelerada de incremento a partir del 2010. La década más cálida registrada hasta el momento es la comprendida entre 2010 y 2019. De manera preocupante, el período de 2015 a 2019 ha sido el de los cinco años más cálidos registrados, siendo 2016 el año más cálido, seguido de 2019. Según la Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas (WMO, por sus siglas en inglés) fueron marzo de 2023 el segundo y abril de 2023 el cuarto, respectivamente, los meses más calurosos registrado a nivel mundial.
El pronóstico para el futuro próximo es cada vez peor. El 17 de mayo, la VMO indicó que existe un 66% de probabilidad de que el mundo cruce el umbral de 1.5 °C, establecido por el Acuerdo de París, durante al menos un año en los próximos cinco años. Hace apenas un año, esta probabilidad se estimaba en un 48%.
Ahora, la VMO está prácticamente segura (98% de probabilidad) de que dentro de los próximos cinco años estará el año más caluroso de la historia y existe un 93% de posibilidades de que la temperatura promedio de los cinco años del período 2022-26 sea más alta que el de 2017-21. Estos hechos muestran cómo se está volviendo más sombría la situación.
La definición varía de un lugar a otro
Sorprendentemente, aunque las olas de calor se han convertido en una gran preocupación mundial, la definición de ola de calor difiere de un país a otro. La definición depende de la temperatura a la que esté acostumbrado un país. Por ejemplo, en el Reino Unido, una ola de calor se define como una temperatura superior a 25-28 °C durante tres o más días seguidos. Y mientras que la Administración Meteorológica de China declara una ola de calor cuando la temperatura es igual o superior a 35 °C durante tres días, India define una ola de calor como temperaturas que alcanzan los 40 °C o más durante dos días.
China está entre los países más afectados por las olas de calor. La temperatura máxima diaria promedio en China se mantuvo relativamente estable entre 1961 y 1980. Pero ha seguido aumentando a partir 1981, con olas de calor que ocurren con mayor frecuencia, duran más y se generalizan. Muchos lugares han experimentado hasta cuatro olas de calor que duran más de 30 días.
El verano pasado, China tuvo las olas de calor más extensas y duraderas desde que se tienen registros. En algunos lugares, la ola de calor se prolongó por más de 70 días afectando a más de 900 millones de personas en, al menos, 17 provincias y regiones. El problema ha empeorado desde 2022 que, por cierto, también fue el segundo verano más seco registrado.
Impactos enormes de las olas de calor
Los países de toda Asia, incluida China, han estado sufriendo períodos prolongados de temperaturas elevadas durante los últimos 10 años, durante los cuales se han establecido casi el 40% de los récords nacionales de calor. Suponiendo que es probable que ocurran olas de calor regularmente en el futuro, ¿Cómo pueden las personas y la economía adaptarse a las condiciones esperadas? Incluso antes de que comenzara oficialmente el verano de este año, muchos países asiáticos, incluida China, han sido testigos de temperaturas récord.
Hace años tuvimos una conversación con Lee Kuan Yew, ex primer ministro de Singapur, bajo cuyo liderazgo este país pasó de ser una aglomeración de unos pocos pueblos de pescadores a una floreciente ciudad-estado. Cuando se le preguntó cómo dio Singapur este salto económico, dijo que fue principalmente el aire acondicionado lo que hizo posible el desarrollo económico sostenible en un país tropical como Singapur.
El uso extensivo de aire acondicionado y ventiladores es una forma importante de mantener frescos los interiores en un mundo cada vez más cálido. Aunque los hogares necesitan un ingreso promedio de $10,000 para comprar aire acondicionado, cada vez más hogares pueden comprar aire acondicionado debido al aumento de ingresos en muchos países asiáticos en desarrollo.
Gracias al milagro económico de China, el ingreso familiar promedio también aumentó rápidamente, y el ingreso disponible anual promedio de los residentes urbanos superó los 21.810 yuanes en 2011. Coincidentemente, fue en ese tiempo cuando las olas de calor comenzaron a volverse más intensas y graves. No es sorprendente que los hogares chinos hayan comenzado a instalar acondicionadores de aire de manera extensiva desde entonces. Sin embargo, en las ciudades chinas más grandes, se han saturado de los acondicionadores de aire y su crecimiento ha comenzado a estancarse. Así lo indican los precios de las acciones de los mayores fabricantes chinos de acondicionadores de aire, Midea y Gree. Sus precios han disminuido desde su pico en 2021.
La importancia del aire acondicionado para prevenir los golpes de calor se puede ver en las estadísticas recientes de Tokio. Casi el 90 por ciento de los que murieron el verano pasado no usaron aire acondicionado. Es por eso por lo que el gobierno japonés planea establecer refugios refrescantes para las personas mayores y las poblaciones vulnerables para que en el futuro puedan escapar de las olas de calor abrasador.
China también debería considerar el uso extensivo de refugios de refrigeración para personas que no pueden pagar el aire acondicionado. También necesita formular planes de acción contra el calor en todo el país, incluidas alertas extensivas de avisos sobre el calor. De hecho, los planes de respuesta al calor ya se están poniendo a prueba en ciudades importantes como Shenzhen, Chongqing, Nanjing y Harbin. Con base en los resultados de estos ejercicios piloto, el plan de acción contra el calor puede perfeccionarse y luego implementarse en toda China.
Sin embargo, las respuestas a la adopción del cambio climático son complejas. A nivel mundial, los acondicionadores de aire y los ventiladores representan casi el 10% del consumo total de electricidad. Su uso intensivo aumentará, evidentemente, el uso global de electricidad, lo que a su vez requerirá una generación de electricidad adicional. Y, a menos que la electricidad se genere a partir de fuentes renovables y los acondicionadores de aire sean cada vez más eficientes, habrá más emisiones de carbono, lo que agravará aún más el calentamiento global.
Necesidades urgentes requieren soluciones inmediatas
Sin embargo, los riesgos urgentes para la vida de las personas y la productividad económica necesitan soluciones inmediatas, aunque esto pueda agravar los problemas subyacentes del calentamiento global. Afortunadamente, los políticos chinos son conscientes de estos desafíos, tanto a corto como a largo plazo. Por ejemplo, en 2022, China invirtió $ 546 mil millones en el sector de energía baja en carbono, incluida la energía solar y eólica, vehículos eléctricos y baterías. Esto es casi cuatro veces los $ 141 mil millones invertidos por los Estados Unidos.
Además, se espera que China alcance en el año 2025 sus objetivos de generación de energía eólica y solar fijados para 2030. A partir de nuestro análisis, asumimos que China ha formulado un camino claro y ejecutable hacia la transición de energía limpia durante las próximas cuatro décadas.
Las tendencias actuales indican que las olas de calor se intensificarán aún más a medida que se acelere el calentamiento global. Por lo tanto, todos los países asiáticos deberían formular planes urgentes sobre cómo las personas y las economías en general pueden adaptarse a estas olas de calor intensas y progresivamente más largas.
Autores:
Asit K. Biswas es un distinguido profesor visitante de la Universidad de Glasgow, Reino Unido, director de Water Management International, Singapur, y director ejecutivo del Third World Centre for Water Management, México.
Cecilia Tortajada es profesora en la Escuela de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad de Glasgow, Reino Unido.
Este artículo fue publicado por CHINA DAILY, el 14 de junio de 2023.
Traducción y adaptación:Pedro Enrique Farfán (PEREJIL)
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